Aparece la nueva propuesta de Guillermo Santamarina, un programa concebido específicamente para el Gabinete de Video y Audio del Museo de Arte Carrillo Gil, invitando a Christian Barragán como curador de esta muestra sobre la práctica del video en el arte contemporáneo, que de modo analógico a la poesía, deviene, formal y conceptualmente, un desdoblamiento en la historia del polvo.
Es indudable que al observar una obra intangible acudimos al encuentro de un espectro, cada video o pieza sonora es testigo y testimonio de un tiempo irrecuperable. Y aún más, la sucesión de imágenes y sonidos que desfilan frente a nuestro pensamiento son tan sólo despojos, restos y rastros de su ausencia.
Cuando una habitación queda vacía, en algún rincón de ésta, sobre el borde de una ventana o bajo el umbral de la puerta, destellan –opacas y silentes– las prendas del polvo. Sin embargo, éste no es sombra de ninguna presencia (materia o idea), sino tan sólo la estela de su partida. Desde el Génesis, en la filosofía de Heráclito, los versos de San Juan de la Cruz, Francisco de Quevedo, Góngora, Gorostiza o la prosa de Marcel Proust y Marguerite Yourcenar, está presente el interés por construir una historia de lo efímero expresado a través de la ruina, la caída, el olvido, la fugacidad y el silencio. Es Quinto Horacio Flaco el autor del verso que mejor define esta inquietud: "pulvis et umbra sumus" (polvo y sombra somos).
En Polvo, se han reunido diferentes acercamientos respecto de esta figura. La frustración en Verónica Bapé (1981), la pérdida en Balam Bartolomé (1975), la destrucción en Adela Goldbard (1979), el desenlace en Natalia Millán (1986), el fracaso en José Porras (1985) y el rumor en Omar Barquet (1979). Cada uno de estos enfoques posibilita, respectivamente, un encadenamiento o provocación del azar: ausencia / ruina / caída / olvido / fugacidad / silencio. Un breve elogio de la persistencia de lo efímero.
Curador: Guillermo Santamarina