Las obras, imágenes y asociaciones reunidas en esta muestra conforman una serie de ecos en los cuales las luchas sociales, las injusticias y prejuicios dominantes en el país parecen reverberar de manera casi idéntica, como un canon infinito. La estética se repite, la fotografía retrata la realidad, los pintores y cineastas se espejean en esas imágenes que hablan de energías renovadoras que a veces vemos estancarse, retroceder, rimar, avanzar como un tren que maniobra en su largo andar sobre las líneas paralelas de sus vías.
Al revisar la colección del Museo de Arte Carrillo Gil encontré diversos temas presentes en mi búsqueda como artista que coinciden con los que se abordan en varias piezas de la colección, sobre todo en mis piezas más recientes, en las que hago referencia a la circularidad de la historia, la repetición de ciertos eventos derivados del colonialismo en una versión reciclada, la forma en que aprendemos de estos errores, o no, y la inserción de ciertos eventos históricos al torrente de la cultura popular en forma de imágenes, canciones, héroes y antihéroes, mitos y clichés. Por otro lado, al ver las obras de la colección, sobre todo las de Siqueiros y Orozco, me vinieron a la memoria una serie de imágenes fotográficas clásicas del siglo XX, algunas tomadas paralelamente a los sucesos ocurridos, algunas en las que se muestra la misma realidad de la que hablan los pintores, aunque con años de distancia. Fue así que, a partir de una colección rica en pintura, dibujo y grabado, me propuse dar sentido a estas posibles líneas paralelas, comparando temáticas y formas similares con colecciones públicas como la del Museo Nacional de Arte, el Museo de Arte Moderno, el Archivo de Fototecas, el Centro de la Imagen, el Centro Fotográfico Álvarez Bravo de Oaxaca y las colecciones privadas de Isabel y Agustín Coppel, así como de Fundación Televisa y los archivos personales de algunos colegas.
La pavorosa vigencia de imágenes representadas o capturadas hace casi un siglo resulta sobrecogedora, en tanto que seguimos encontrado injusticias sociales, prejuicios raciales, levantamientos y conflictos armados, víctimas desplazadas y de forma más alentadora, encontramos atisbos de esperanza en cada individuo que conforma una comunidad en resistencia o el cambio de posicionamiento de ciertos colectivos relegados que resurgen en su lucha. Y vuelta a empezar. Con otra vestimenta, mucho tiempo de por medio, otros contextos específicos, pero siempre luchando en contra de una fuerza mayor, opresora, que nos dice quiénes tenemos que ser y cómo nos tenemos que comportar.
Al igual que las vías paralelas de un tren solo se juntan en la ilusión del horizonte, o la ilusión de que cada vez que metemos pie a un rio éste es el mismo, imaginemos que hay una salida a estas historias y situaciones rimantes, y que desde el arte podamos ofrecer una lectura de la historia que no nos condene a repetirla.
Laureana Toledo
Curaduría: Laureana Toledo