Enrique Echeverría (Ciudad de México 1923 – Cuernavaca 1972).
Enrique Echeverría, hijo de padre vasco y madre tlaxcalteca. Se acerca al taller del pintor español Arturo Souto a quien solicita lo reciba como aprendiz, con el argumento: “si me acepta, seré pintor, si no, termino la carrera de ingeniería aeronáutica”. Aunque puede dedicarse por completo a la pintura, mantiene su trabajo como dibujante en la Compañía de Luz y Fuerza durante toda su vida.
Considerado como pionero e integrante de la llamada ruptura, su obra se comprende en cinco etapas:
Los años formativos (1943-1954), abarcan desde su ingreso al taller de Arturo Souto y La Esmeralda, hasta su regreso del primer viaje a Europa y África, becado por el Instituto de Cultura Hispánica.
Las búsquedas (1954-1959), a partir de su contacto con la pintura europea y norteamericana, inicia una apertura en sus fuentes formales, asimila estilos como el postimpresionismo y el cubismo. En 1957 obtiene la beca de la fundación Guggenheim gracias a la cual reside en la ciudad de Nueva York donde se relaciona con el expresionismo abstracto.
Los paisajes interiores (1967-1970), se inicia a principios de los años sesenta cuando regresa a México. Su obra plasma el interés por lo abstracto, en opinión de muchos críticos ésta será la etapa de mayor consolidación en la trayectoria artística de Enrique Echeverría.
Los organigramas o flores imaginarias (1967-1970). En 1965 fue invitado por la Universidad de Notre Dame en Illinois, U.S.A. como artista en residencia, para impartir clases a los alumnos graduados de Artes Plásticas, durante un año. A su regreso a México inicia el periodo de organigramas o flores imaginarias en las que plasma flores y formas vegetales, las piezas se rigen por el contraste en la composición. El regreso al origen (1970-1972), se produce por su último viaje a España, la constante nostalgia por sus raíces españolas y el recuerdo de la primera visita a la tierra de su padre, quizá fueron motivo por el cual vuelve a pintar paisajes, como en sus años de formación, con un mayor colorido en las obras.
La exposición, Con ojos puramente plásticos y mirada universal. Enrique Echeverría reúne obra de sus diversas etapas; se constata la gran producción de obras de un artista que evolucionó en su quehacer pictórico y supo aprovechar la asimilación de la gran variedad de corrientes artísticas con las cuales tuvo contacto y que le valieron para aventurarse a satisfacer sus inquietudes.